Graciela Montes
Ilustrado por Alejandro O´Kif
40 páginas
Cuento
ISBN 9789873506994
087-0106
Algunos perros no vuelan, pero Venancio sí. Don Fito se dio cuenta y trató de ayudarlo para que pudiera llegar más alto, pero a Venancio le gusta volar bajito, y volar bajito a veces puede ser un problema.
Nivel lector 1
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Graciela Montes
Graciela Montes nació un 18 de marzo en Buenos Aires. Es profesora en Lenguas y Literaturas Modernas. Trabajó como escritora, traductora y editora. Durante 20 años formó parte del Centro Editor de América Latina, en donde dirigió la colección de literatura infantil Los cuentos del Chiribitil. Desde mediados de la década de los setenta dirigió numerosos proyectos editoriales, entre otros: Cuentos de mi país, La manzana roja, Cosas de chicos y la Enciclopedia de los pequeños. En 1986 fue cofundadora de la editorial Libros del Quirquincho, que dirigió hasta 1992. Es autora de más de 70 libros para niños, jóvenes y adultos. Su obra abarca libros de ficción, informativos y de teoría literaria. Fue miembro fundadora de Alija (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina) y cofundadora de la revista La Mancha. Contribuyó a la formación de grupos y redes alrededor de la literatura infantil. Obtuvo a lo largo de su carrera numerosos premios y distinciones nacionales e internacionales.
Alejandro O´Kif
Nací en la ciudad de Rosario. Desde muy pequeño tuve relación con el dibujo.
Mi padre fue dibujante publicitario y director de arte en dos de los diarios de mi ciudad natal; por esa razón y por su iniciativa personal, tuve acceso a libros, revistas, todo tipo de información y materiales relacionados con la ilustración. Podría decir que fue él quien me mostró este maravilloso mundo del dibujo. Durante mi infancia, intercalaba partidos de fútbol, carreras de autitos de juguete, la colección de figuritas con visitas al estudio de mi padre, donde literalmente jugaba con
lápices, pinturas, crayones, pinceles y todo tipo de materiales.
Estudié en la Facultad de Bellas Artes de Rosario a fines de los 70, principios de los 80, y trabajé desde muy joven en alguna agencia de publicidad, en diarios y revistas. A partir de 1985 me establecí en Buenos Aires, desde donde ilustro para numerosas editoriales de la Argentina y del extranjero.
Si bien mi trabajo está dirigido a una franja etaria bastante amplia, confieso que esto de ilustrar textos “para chicos” me da la posibilidad de volver a jugar como cuando era niño.
Tengo la expectativa de vivir unos cien, ciento cincuenta años más, para poder seguir descubriendo cosas en esto de dibujar, que realmente me tiene muy entretenido.
